lunes, 2 de noviembre de 2015

Desde Zimpizahua
DÍA DE MUERTOS 2015
Por Joaquín Alcántara Hernández


Hace años (1965-1972) cuando por cosas inexplicables incursioné en el riesgoso mundo de la lucha libre profesional, conocí personalmente y sin máscara a quien desde niño había sido mi ídolo, BLUE DEMON, jamás me imaginé que haría excelente amistad con él al grado que después llegaría a la Hacienda Zimpizahua con su esposa Goyita y con un chiquillo travieso de tres años de edad quien sería al paso de los años BLUE DEMON Jr.



La vida me dio muchas comodidades y entre otras un ring que fue el original de la Arena Xalapa cuando ésta fue la primera en las calles de Úrsulo Galván. Por medio de Hiraclis Fenerly convencimos a Anita Herrera que me lo vendiera y de esa forma tuve el privilegio de entrenar y recibir instrucciones personales de quien junto con EL SANTO serían los máximos representantes de la lucha libre nacional. Pero bueno, este tema de anécdotas que me solicitan viejos aficionados de aquella época las narraremos en otra ocasión cuando abordemos la época de oro de la lucha libre xalapeña.  
Pero hoy quiero narrar en estos espacios nuestros, de usted gentil lector y de quienes escribimos aquí, otra anécdota ligada a esa época para mi inolvidable y maravillosa dónde las mentadas de madre son parte del sabor de esa catarsis colectiva, y donde los aplausos son de verdad, a diferencia de los aplausos de borregos aplaudidores acarreados por los políticos estafadores, arrogantes, saqueadores, insaciables, fatuos, mentirosos, cínicos e hijos de probeta que hoy tienen a México prácticamente de rodillas. Ajá, si, hijos de probeta porque las meretrices niegan tener hijos de esa ralea.
Bien. Resulta que en esta etapa de mi existencia también conocí a quien sería mi adversario, (jamás enemigo), Miguel “El Cayuco” Rodríguez, quien ahora vive rodeado de las atenciones de su hija Rosaura y de toda su familia que mucho me quiere. A él lo puede usted ver en las películas del SANTO, fue su “sparring” y llegó a luchar en todo Centro Y Sud América. Aquí en Xalapa me tocó enfrentarme a él y vaya paliza que me recetó, ni hablar. Pero conservamos la amistad gracias al programa de Alcohólicos Anónimos donde este servidor tuvo la oportunidad junto con él de fundar el grupo “Los Paredones”, de vez en cuando lo visito en su casa y mil recuerdos llegan a nuestra mente.
El caso es que hoy en esta época de “DIA DE MUERTOS” quiero compartir con ustedes este aleccionador y sabio poema que hace años “Rasputín” me compartió. Este fue su nombre de batalla en el extranjero. El poema es para reflexionar, para aprender de él, analícelo y disfrútelo:
POEMA A LA MUERTE

Qué pesada sentimos esta vida, / Si no sabemos aceptar sus realidades, / Vivimos llenos de calamidades, / Nos duele el corazón como una herida, / Que no encuentra medicina a sus pesares.

Nadie en su juventud es recatado, / Cometemos desmanes por millares, / Llenamos nuestras almas de pecados, / Y jamás corregimos nuestros males, / Sin pensar que un día nunca esperado, / Rico pastel seremos de animales.

Falsa es la presunción y el egoísmo, / Jamás la muerte ha respetado, / Porque ¡ay! de aquel que caiga en el abismo, / Sin preocuparle la humildad sagrada, / Porque caro pagará su despotismo, / Al llegarle la muerte inesperada.

Y qué hermosa es la muerte, / ¡Ley pareja!, / Sorprende al millonario, al miserable, a todo ser humano, / Al que se queja, al que hiere y al culpable, / Y es tan linda que nunca se acompleja, / Y es tan puntual que nunca llega tarde.

Por eso nunca temas a la muerte, / Y cuando estés al pie de un moribundo, / Implórale perdón, pórtate fuerte, / Que un día a ti llegará el sueño profundo, / Profundo sueño del que jamás hay quien despierte/ ¡Ni con todo el metal oro del mundo!

Usa la calma, jamás vayas de prisa, / Que la vida nos da muchas lecciones, / Que tu rostro refleje una sonrisa, / A la gente que viva de pasiones, / Toma en cuenta que la muerte nunca avisa, ¡Ni borra de su mente direcciones!

Hasta ahí el Poema. Nosotros sabemos que nuestros seres amados jamás nos abandonan, simplemente se separan de manera temporal. Un día tarde o temprano allá los alcanzaremos. Nos iremos igual como llegamos a este mundo, desnudos. Porque cuando a este mundo llegamos todo estaba hecho, no hicimos ni un pelo de nuestra cabeza. De tal suerte que todo lo que a la materia pertenece a la materia se le queda. Pero somos proclives a caer en la trampa del billete y muchas veces lo acumulamos de la forma más estúpida e inútil por no conocer el valor oculto del dinero. A éste Dios lo inventó a través de la inteligencia humana para satisfacer las necesidades de la humanidad, pero hoy los gobernantes enfermos de ambición tienen a la humanidad al servicio del dinero, en fin. El papa Francisco lo acaba de declarar hace poco diciendo que no conoce aún el funeral donde vaya una mudanza llevándole al difunto sus “riquezas”. Pero esto no lo aceptamos cuando vivimos atrapados en la falsedad de que el dinero es riqueza siendo que la verdadera riqueza no se mide con dinero, porque el ser humano vale por lo que es, no por lo que tiene.
Pero bueno, coman muchos tamales, inviten, convivan y nunca olviden nuestra fe inquebrantable en que, como México no hay dos, ¡Vivan nuestras hermosas tradiciones!… ¡¡VIVA MÉXICO SEÑORES!!... Ajuuuaaaaaaaa.


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