martes, 13 de febrero de 2018


Metapolítica

Contra el racismo

Gregorio Jácome Moreno

El subconsciente es el estado de la mente que rige una buena parte del comportamiento humano, de acuerdo con Freud, este mueve impulsos y genera reacciones que sacan a relucir al verdadero yo que todos traemos dentro. 
Cuando Enrique Ochoa, líder nacional del PRI, utiliza términos racista para descalificar a quienes se han ido de su partido, no hace otra cosa más que sacar a la luz pública lo más recóndito y sincero de su pensamiento, lo que está oculto en su mente. Nuuunca lo hubiera hecho. Intentó ofender y lo logró, un país como México en donde se supone que la denigración racista había quedado atrás hace muchos años se sintió ofendido con esta clase declaraciones tan desafortunadas. Después de que tiro la piedra ofreció disculpas, es decir, admitió haberse equivocado y se desdijo de su culpa, pero el mal ya estaba hecho, en las redes sociales que en algún porcentaje influirán en los resultados de la votación fluyó el repudió al dirigente priísta en forma de memes que lo ridiculizaban.

De manera previa a utilizar el adjetivo “prieto” como ofensa, quizá alguno de sus asesores que con seguridad cobra un sueldo ostentoso le pudo fácilmente haber recordado al dirigente priísta dos cosas esenciales. En primer lugar, que la mayoría de los mexicanos provenimos de una mezcla racial sucedida durante la época colonial donde los españoles que llegaron a este territorio se mezclaron con los indios nativos para constituir una población mayoritaria de mestizos, en aquella época se utilizó una extraña clasificación racial para denominar los productos de dichas mezclas con nombres tan peyorativos como “perro” y “saltapatrás”. Y algo más importante que con seguridad Enrique Ochoa desconoce, y no es más que la tercera raíz de los mexicanos proviene de África, un numeroso contingente de africanos llegaron también en la época de la Nueva España en calidad de esclavos para trabajar en las plantaciones de caña de las Haciendas. De hecho, una de los mejores etnografías que se han escrito en nuestro país lleva el nombre de “Cuijla: esbozo etnográfico de un pueblo negro” cuyo autor es el doctor Gonzalo Aguirre Beltrán quien retrata en este libro imprescindible una monográfía diacrónica de un pueblo de negros ubicado en la Costa Chica de Guerrero.

La segunda cosa que algún probable asesor del dirigente priísta le debería de recordar– que por cierto se ve que no trabajan- es que México ha sido gobernado siete veces por presidentes de tez morena: Vicente Guerrero, Benito Juárez, Juan Álvarez, Juan Nepomuceno Almonte, que era hijo natural de José María Morelos, Porfirio Díaz, Victoriano Huerta y Emilio Portes Gil que era nieto de haitiana.

Quizás un tanto cegados por la discriminación racial que practican nuestros vecinos anglosajones del norte, no advertimos que en México no erradicamos para siempre esta práctica denigrante. “Nació bonito, güerito y de ojos azules” dicen algunas expresiones populares cuando una madre da a luz, por ejemplo. O bien cuando asistimos a una fiesta de gala es común ver a los periodistas de sociales tomar fotos en su mayoría a la gente de tez blanca que lucirán en sus páginas a colores. Otra expresión del criptoracismo del mexicano es cuando aborda un camión y al ver lugares vacíos prefiere sentarse junto a alguien blanco que junto a alguien de aspecto humilde y moreno.  

Ni hablar, el subconsciente traiciono al líder del PRI, no midió las consecuencias de insultar a los neo morenos con un adjetivo racista, repito: no lo logro, y va a ser difícil que revierta el sentimiento de asco e indignación hacia su persona – y que ojo, no refleja el sentir de la mente de todos los priístas - de millones de mexicanos que llevamos dentro las tres sangres que nos unifican entorno a un sentimiento de identidad nacional. 




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