martes, 9 de enero de 2018

Metapolítica

El dolor verdadero

Gregorio Jácome Moreno

Nos duele el discurso demagógico con el PRI intenta disminuir el lastre que lleva a cuestas por los temas de inseguridad y de corrupción que aquejan a México en los años que corren. Si el partido va abajo en las encuestas para la Presidencia de la República no se entiende el accionar de los estrategas de marketing político para recurrir a los sentimientos como si los ciudadanos fuéramos de poco entendimiento o de plano desmemoriados. Un discurso como el del señor Meade que lo hunde en las encuestas y al mismo tiempo aumenta el descredito de la sociedad civil hacia la institución que representa.


En Vercaruz, señor Meade, lo que verdaderamente nos duele es inseguridad, a diario las noticias nos informan de más y más crímenes, crecen el número de asesinatos, robos, delincuencia organizada. Nos duele, por ejemplo, ver la lucha titánica de las organizaciones de familiares de desaparecidos contra una burocracia que lejos de ayudar obstaculiza sus intentos de búsqueda desesperada. Nos duele que sigan ocurriendo esas desapariciones.

No creo que al priísmo en general le duela el tema Javier Duarte, más bien les da pena a los pocos priístas honestos que quedan. Lo que si le debería doler a Meade, por ejemplo, es que su líder nacional Enrique Ochoa, tenga declaradas cincuenta concesiones de taxis. Le hago una cuenta rápida: si la cuenta promedio que paga un chofer de taxi es de 300 pesos diarios, multiplicados por 50 nos dan 15,000 pesos al día que recibe sin trabajar, al mes son 450,000 pesos los que su dirigente recibe solo por ese concepto.  Eso si le debería de doler señor Meade.

También debe ser un dolor para usted que un jornalero promedio en el país gane menos de 100 pesos diarios. Como operador institucional del “gasolinazo”, lo que más le debería de doler señor Meade, es la baja considerablemente del poder adquisitivo de por lo menos diez años hasta la fecha, el mismo tiempo que usted lleva ejerciendo cargos de relevancia a nivel federal. Esto se lo puede aclarar cualquier ciudadano, o por ejemplo su esposa, que va al supermercado y ya no compra la misma cantidad de insumos con digamos unos 500 pesos.

Insisto en que su discurso carece de actualidad, si así lo fuera se estaría lamentando también de cómo siendo Secretario de Hacienda dispersó al gobierno de Chihuahua 91 millones de pesos, mismos que el Secretario de Finanzas de aquel estado desvío sin pena a las campañas del PRI, un caso que hasta el un histórico del priísmo como Manlio Fabio Beltrones se ha tenido que amparar, semejante desvío le hubiera dolido a usted hasta el alma. Esa es la realidad señor Meade, no puede usted andar de aquí para allá en cualquier estado de la República solo lamentándose. Desmarcarse de la corrupción es el reto mayor del PRI si es que quiere recuperar a estas alturas algo de lo perdido, hasta ahora usted no ha sido capaz de conseguir tal hazaña.



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