domingo, 23 de octubre de 2016

Fiesta y devoción por San Rafael Guízar y Valencia en Xalapa

Este 24 de octubre, en la Catedral Metropolitana de Xalapa se celebra a San Rafael Guízar y Valencia, motivo por el cual la Arquidiócesis de Xalapa tiene preparada un serie de actividades para recibir a los miles de fieles católicos que en peregrinación  llegan hasta la tumba del santo a pedir o agradecer los favores recibidos.

Desde un día antes, el domingo 23, los peregrinos inician su recorrido por las carreteras que convergen en Xalapa, principalmente de los municipios cercanos como son: Coatepec, Teocelo, Xico, Cosautlán, Ixhuacán, Ayahualulco, así como de municipios poblanos que limitan con Veracruz, como Quimixtlán, Chilchotla, entre otros.
La fama del santo varón, ha trascendido fronteras e incluso, en la novena llegan peregrinaciones de diversos lugares del país para postrarse ante los restos de San Rafael Guízar, en una capilla especial en la parten posterior de la iglesia catedral, aquí en Xalapa.
Cabe destacar, que en la madrugada de este viernes 24, se hizo la recepción de los monumentales arcos florales (artísticos) traídos a pie de Piedra Parada, municipio de Cosautlán  y Teocelo, así como la bendición a danzantes provenientes de Quimixtlán del estado de Puebla.
Todo es fiesta y devoción por San Rafael Guízar y Valencia, por lo cual miles de peregrinos llegan a Xalapa, principalmente caminando, pero los hay otros que llegan en autobuses, motocicletas o automóviles, lo importante es venerar a su santo que les ha concedido milagros.
Un dato importante, es que  los peregrino son recibidos por familias xalapeñas en las entradas de la capital y les ofrecen tortas, agua o café para mitigar el cansancio que traen en su caminar, pero no por eso se desvanecen y continúan su andar hasta la Catedral Metropolitana, para venerar a San Rafael Guízar y Valencia, el primer Obispo mexicano en ser canonizado por el Vaticano.
Entre las actividades que tiene programada la Arquidiócesis de Xalapa, es que hoy a las 8 de la mañana, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, oficiará una misa concelebrada a la que asisten religiosas, seminaristas, sacerdotes y todo el presbiterio de la Arquidiócesis de Xalapa.
Más tarde, se oficiará una misa de bendición para los niños, algunos de ellos ataviados con vestimenta parecida a la que caracterizó a quien fuera quinto obispo de Veracruz. Dado que San Rafael Guízar ha cobrado fama de protector de los niños y de las mujeres embarazadas.

Pero quién fue Rafael Guízar y Valencia
Rafael Guízar y Valencia (26 de abril de 1878-6 de junio de 1938) es el primer obispo mexicano e hispanoamericano canonizado por la Iglesia católica.

Infancia y Educación
Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija (Michoacán) el 26 de abril de 1878. Hijo de Prudencio Guízar y Natividad Valencia. Tuvieron once hermanos: Maura, Dolores, 2 Marías de Jesús por que una de ellas falleció a los 9 meses de edad, Emiliano, Prudencio, Rafael, Antonio, Maria Natividad y Maria Guadalupe. Algunos de ellos dedicado también a las actividades religiosas, como fue Maria de Jesús y Maria, consagradas, Rafael, obispo de Xalapa, Antonio, obispo y I Arzobispo de Chihuahua. María Guizar y Valencia, fue madre de Maura Degollado Guízar de la cual nació Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y del movimiento de apostolado Regnum Christi. Otro descendiente directo fue el Arzobispo metropolitano de Tlalnepantla Don Ricardo Guízar Díaz o Don José Fernández Arteaga Arzobispo emérito de Chihuahuac. Aprendió sus primeras letras en la escuela parroquial de su tierra natal y más tarde en un colegio jesuita en la Hacienda de San Simón de Cotija. Inició sus estudios eclesiásticos en el seminario de la diócesis de Zamora en 1894 y en junio de 1901 fue ordenado sacerdote en la catedral de Zamora, Michoacán.
Vida sacerdotal
Al poco tiempo de ser ordenado presbítero, acompañó al entonces obispo de Zamora, Mons. José María Cázares en las visitas pastorales a las poblaciones de su diócesis.
Durante las batallas de la Revolución Mexicana, disfrazado de vendedor, actuó, de manera oculta, como sacerdote ayudando a los soldados moribundos y dándoles los auxilios espirituales de la Iglesia.
Luego de ser Director Espiritual y catedrático del Seminario de Zamora y canónigo de la Catedral, sufrió varios destierros por causa de la persecución religiosa que había en esos tiempos, y entre 1913 y 1919 viajó misionando a Cuba, Guatemala, Colombia y el Sur de los Estados Unidos.
Episcopado
Estando en Cuba, en agosto de 1919 fue preconizado 5º obispo de Veracruz por el Papa Benedicto XV, y el 30 de noviembre del mismo año recibió en La Habana, Cuba, la consagración episcopal. Tomó posesión de su diócesis el 9 de enero de 1920 en la ciudad de Xalapa, capital del Estado de Veracruz. Durante su episcopado realizó varias misiones a prácticamente todas las parroquias de su territorio y luchó por su seminario, el cual mantuvo abierto en contra de las leyes que suprimían las congregaciones religiosas en México. Por causa de estas leyes fue perseguido y desterrado, ya siendo obispo, particularmente durante el conflicto de 1926 a 1929 y la posterior persecución religiosa de Veracruz.
Decreto 197 o Ley Tejeda
El Obispo Rafael Guízar y Valencia había tenido ya fricciones con el Gobernador del Estado de Veracruz, el Gral. Adalberto Tejeda relacionado con las actividades ministeriales de la religión católica. Se emite el decreto 197 o Ley Tejeda en donde se exigía la reducción de sacerdotes en todo el Estado de Veracruz, para disminuir el fanatismo del pueblo. Por parte del gobernador se le envió a cada sacerdote una carta en donde se le exigía el cumplimento de la Ley. Esta tensión entre la Iglesia Católica y el Gobierno Estatal, desembocó en varias persecuciones, desapariciones y asesinatos por los equipos paramilitares patrocinados por el gobierno estatal. Pero el 21 de julio de 1931, el asesinato del sacerdote Angel Darío Acosta dentro de la Catedral de Veracruz, por un grupo de sicarios, originó una serie de protestas violentas por todos los sectores del pueblo. Las protestas enérgicas del obispo, no se hicieron esperar.
Enfermedad y muerte
Afectado por diversas enfermedades (diabetes mellitus, flebitis, insuficiencia cardiaca y otros padecimientos renales, y estando desterrado de su Diócesis, el 6 de junio de 1938 murió en la ciudad de México y su cuerpo trasladado a Xalapa, Veracruz, donde recibió sepultura. Al ser exhumado en 1950 se encontró su cadáver incorruptoy fue conducido a la Catedral de esa ciudad.
Beatificación
Se le atribuye el milagro de la curación de labio leporino y paladar hendido de un niño que estaba aún en el vientre de su madre, a los siete meses de embarazo.2
Beatificado en 1995 por el Papa Juan Pablo II, en sus imágenes figura con vestimenta e insignias episcopales.
En Roma, el padre Rafael González, vicepostulador de la causa, y los padres de Rafael de Jesús Barroso, el "niño del milagro", asistieron a su beatificación.
Canonización
El domingo 15 de octubre de 2006 en la Ciudad del Vaticano fue canonizado por el papa Benedicto XVI el beato Rafael Guízar y Valencia, quien ha sido el primer obispo mexicano en ser declarado santo.
El Sumo Pontífice encabezó el rito mediante el cual se declaró nuevo santo al quinto obispo del estado de Veracruz, México, quien se convirtió en el santo número 30 de México, el país hispanohablante con más católicos en Latinoamérica y que cuenta con 25 beatos (Beatos de México).
Rafael Guízar, junto a otros tres beatos, fueron elevados al Honor de los Altares.

El milagro por el cual fue canonizado Rafael Guízar y Valencia ocurrió en el año 2002, después de que a la señora Valentina Santiago se le detectó, a través de un ultrasonido obstétrico, una malformación en su embarazo. Al conocer la noticia, la mujer pidió la intervención del santo mexicano. Dos meses después, el niño Rafael de Jesús Barroso nació sano y sin ninguna complicación.
Una comisión médica, el 18 de mayo de 2005, mediante evidencias, comprobó la "cura milagrosa" del labio leporino que padecía el feto desde el seno materno a las 31 semanas de su gestación, y que no apareció en el niño recién nacido.
Un Congreso de Teólogos Consultores aprobó el milagro el 15 de noviembre de 2005, por lo que concedió el "juicio resolutivo de curación completa y milagrosa, inexplicable científicamente".
Durante la ceremonia litúrgica, 10 peregrinos mexicanos recibieron la comunión de manos del Papa Benedicto XVI. En la canonización también estuvieron presentes algunos obispos mexicanos, entre ellos los cardenales Norberto Rivera Carrera y Juan Sandoval Iñiguez. Estuvo presente también el entonces Arzobispo de Xalapa, sucesor de San Rafael Guízar, Mons. Sergio Obeso Rivera.
La noche del sábado 14 de octubre de 2006, en el Parque Lerdo de Xalapa y frente a la catedral donde yacieron los restos del santo, comenzó una vigilia de oración y verbena popular esperando la transmisión directa de la ceremonia desde Ciudad del Vaticano, que fue dada el domingo 15 de octubre de 2006, a través de pantallas gigantes de televisión, instaladas ex profeso, para que todo el pueblo fuera testigo de la ceremonia litúrgica de canonización.



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